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Llévame la contraria para activar la creatividad del equipo

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Todos/as nacemos con una creatividad brutal y, como decía Sir Ken Robinson, lo difícil es mantener esa creatividad cuando crecemos. Le gustaba explicar una fantástica anécdota para plasmar la relación entre la creatividad y cómo influyen las opiniones de nuestro entorno en la nuestra a lo largo de la vida.

Una niña estaba dibujando apasionadamente en su clase de dibujo cuando su profesora le preguntó

  • Profesora: ¿Qué estás dibujando?
  • Niña: Estoy dibujando a Dios
  • Profesora: Cariño, ¡Cómo vas a dibujar a Dios! Nadie sabe cómo es
  • Niña: Lo sabrán en un minuto

¿Quién en su sano juicio haría tal afirmación a los 30 años?. Los adolescentes se mueven como los bancos de peces, no les gusta ser el niño/a distinto y quedar así fuera del grupo. El grupo nos da protección mientras descubrimos quién somos. Cuando dejamos la infancia también abandonamos la valentía de presentarnos tal y como somos y nos acomodamos al llamado «Comportamiento grupal» que permite que podamos sentirnos seguros formando parte de un grupo. El problema surge cuando después de madurar necesitamos trabajar en un equipo con personas diferentes a nosotros. Hay personas que mantienen el «Comportamiento grupal» durante toda su vida, personas que no se atreven a pensar fuera del entorno y se sienten cómodas respaldando la opinión del líder. Esta actitud puede ser muy cómoda, pero en las organizaciones provoca el bloqueo en la creatividad de un equipo formado por distintos perfiles que se comportan como uno solo.

creatividad y equipo

Fomentar la discrepancia y el respeto a la creatividad de cada persona

Un equipo creativo es aquel que está formado por personas con capacidades distintas y características distintas (edad, sexo, carácter, origen, experiencia, etc.) ya que esto permite la aportación de distintos puntos de vista. Hay que evitar que en el equipo se estandarice el comportamiento grupal y que todos estén de acuerdo durante le proceso de debate de un proyecto. La discrepancia es necesaria para avanzar en mejorar cualquier proceso o iniciativa. Hay que aprender a liderar los equipos para que puedan estar en desacuerdo en determinados momentos manteniendo el acuerdo global y el respeto en las opiniones de todos. Para mejorar el rendimiento de este equipo y que trabaje de forma ágil hay dos normas básicas que el líder debe tener en cuenta:

  • El líder debe detectar qué personas del equipo pueden sentirse más cohibidas a dar su opinión en público y así fomentar su participación durante los debates
  • Para que esto surja es imprescindible que se establezcan unas normas de funcionamiento. La más importante de ellas es dejar claro a todo el equipo que todas las opiniones son válidas y prohibir ridiculizar cualquier comentario

La capacidad de imponer un criterio no significa capacidad para aportar la mejor idea. La función del líder deberá ser dinamizar la discusión manteniendo el respeto, un liderazgo para gestionar las emociones de cada persona del equipo.

OriOl – make it happen

OriOl

25 años como CEO & Co-Founder de una cadena de tiendas, creo en el Retail y en las personas. Experto en Retail Marketing y Retail Management

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