Es cierto que cada vez es más difícil mantener la fidelidad en un entorno tan cambiante. El retail está en la primera línea de fuego y eso significa que el cliente ya no se casa con nadie. En el mejor de los casos, se casa consigo mismo y se mantiene fiel a sus principios, insisto, en el mejor de los casos.
La fidelidad del retail se basa en conseguir que los clientes no se vayan a la competencia. La fidelidad del talento en retail está en manos del líder cuando es capaz de entender que el proyecto está basado en las personas que forman su equipo.